Esquí alpino
HISTORIA:
Los primeros esquíes conocidos datan de hace unos 5.000
años, y se pueden contemplar en el Museo Djugaarden en Estocolmo. Se cree que
su primera utlización en el aspecto militar fue en el año 1.200 en la batalla
de Oslo, en la que el rey Sverre de Suecia equipó a sus tropas con esquíes para
poder espiar a los noruegos. El esquí nació en Austria en 1.590, pero no
apareció como deporte de competición hasta 1.860 en que el rey de Noruega
otorgó un trofeo al ganador de una carrera de esquí alpino celebrada cerca de
Oslo.
Inicialmente se usó la técnica "telemark" nacida
en Noruega en 1.878, pasándose posteriormente a otra más elegante y práctica,
la técnica alpina, al inicio llamada "técnica Lilienfelder" en
relación a la ciudad donde nació su popularidad. Fue el austriaco Mathias
Zdarski quien inventó esta nueva forma de esquiar y modificó los esquíes.
Zdarski organizó el 19 de marzo de 1.905 una competición de
características muy similares a las del slalom actual. Pero el esquí alpino
moderno comenzó gracias al esfuerzo de dos hombres: Sir Arnold Lunn y del
austriaco Hannes Schneider. Lunn inventó el slalom y organizó en 1.922 en
Muerren (Suiza) el primer slalom moderno real, prueba que fue ganada por el
inglés J.A. Jounnides. La reunión de Lunn y Schneider dió lugar al nacimiento
de la primera gran carrera de esquíes, la Arlberg-Kandahar.
Hasta 1.930 la Federación Internacional de Esquí (FIS) se
negó a aceptar el esquí alpino, y por este motivo no debutó como deporte
olímpico hasta los Juegos de Garmisch-Partenkirchen en 1.936, en que se celebró
una prueba de descenso y dos de slalom. Desde Calgary 1.988 el programa
olímpico consta de cinco pruebas tanto masculinas como femeninas: descenso,
slalom supergigante, slalom gigante, slalom especial, y combinada.
Las reglas:
La competición
Gana la competición el esquiador que consigue llegar a la
meta en menos tiempo, utilizando el material adecuado y sin saltarse las
puertas.
Las pruebas
Se disputan cinco pruebas tanto en categoría masculina como
femenina:
Descenso
Supergigante
Slalom gigante
Slalom especial
Combinada
Descenso:
Es la especialidad más espectacular porque los participantes
alcanzan altas velocidades, en ocasiones superiores a los 120 km/h.
La pendiente
oscila entre 800 y 1.100 metros para los hombres y de 500 a 800 m. para las
mujeres. Para que el esquiador distinga el trazado se colocan puertas de color
rojo en los ángulos derechos del descenso. Las zonas donde se alcanza más
velocidad tienen que ser anchas y estar protegidas de manera adecuada para
evitar riesgos en caso de caída. Por ello los esquiadores tienen que llevar
casco.
Supergigante:
Es una mezcla entre descenso y slalom gigante. La pendiente
oscila entre 500 a 650 m. para los hombres y entre 400 a 600 m. para las
mujeres.
Para distinguir el trazado se colocan de
forma alternativa puertas azules y rojas. En categoría masculina hay al menos
35, y en la femenina 30. Es obligatorio el uso de casco como en el descenso.
Slalom gigante:
Resume todas las características del esquí alpino porque se
precisa de velocidad, coraje, técnica y precisión. La pendiente varía entre 300
a 450 m. para los hombres y de 300 a 400 m. para las mujeres.
Se disputan dos mangas con la misma pendiente pero diferente
trazado, ganando quien logre el menor tiempo sumando ambas carreras. El número
de puertas alternantes azules y rojas oscila entre 56 a 70 para los hombres y
entre 46 a 58 para las mujeres.
Los esquiadores
disponen de una hora para inspeccionar el recorrido antes de empezar la carrera
pero sin poder esquiar en él. En la segunda manga salen en orden inverso los 30
primeros clasificados.
Slalom especial:
La pendiente va de 180 a 220 m. para los hombres y de 140 a
200 m. para las mujeres. La competición se compone de dos mangas con la misma
pendiente y diferente trazado. Las puertas que marcan el recorrido también
alternan el color azul con el rojo, pero son palos únicos a diferencia de las
otras pruebas en que son dobles. Su número oscila para los hombres de 55 a 75 y
para las mujeres de 40 a 60.
Las puertas están muy juntas obligando al esquiador a
mantener un equilibrio perfecto para evitar saltarse alguna de ellas.
Combinada:
Consta de dos pruebas: descenso y slalom especial. Demuestra
la versatilidad del esquiador al combinar las dos especialidades más dispares
del esquí alpino.
Para obtener el tiempo definitivo se suma la marca
lograda en cada una de las dos pruebas.
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