La lluvia siembra el caos en Melbourne y se suspende la
clasificación
La lluvia caída en Melbourne convirtió en caótica una
jornada en la que, tras numerosos retrasos, sólo se disputó la primera de las
tres rondas (Q1) y se acabó aplazando la calificación para el Gran Premio de Australia
-el primero del Mundial de Fórmula Uno-, que no se reanudará hasta mañana,
domingo, horas antes de la prueba.
El director de carrera de Fórmula Uno, el inglés Charlie
Whiting, anunció, finalmente, tras nuevas demoras, que la segunda y la tercera
sesión (Q2 y Q3) de la calificación que ordenará la formación de salida de la
primera prueba del año, cuyo horario se mantiene a las cinco de la tarde (siete
de la mañana, en horario peninsular español, 06:00 GMT), tendrá lugar en la
pista semiurbana de Albert Park a partir de las once: seis horas antes.
A diferencia de la primera jornada de entrenamientos del
viernes, que se disputó en seco y en la que se emplearon los neumáticos
superblando y medio -compuestos elegidos por el suministrador único (Pirelli)
para la disputa del primer Gran Premio de la temporada-, el tercer y último
ensayo libre ya estuvo marcado hoy por la lluvia, que forzó el uso de los
extremos, en una sesión muy irregular que dominó el francés Romain Grosjean
(Lotus).
Grosjean cubrió, en la mejor de sus catorce vueltas, el
circuito australiano, de 5.303 metros, en un tiempo de un minuto, 26 segundos y
929 milésimas, 71 menos que el doble campeón mundial español Fernando Alonso
(Ferrari), segundo -tras dar apenas siete giros-, justo delante de su compañero
brasileño Felipe Massa, que sólo repitió diez veces el trazado.
En una sesión en la que el tricampeón mundial alemán
Sebastian Vettel, que había sido el mejor el viernes, concluyó diez minutos
antes del final a causa de un problema en la caja de cambios de su Red Bull.
Con el duodécimo tiempo, a casi tres segundos del francés, en un entrenamiento
desordenado que simplemente anunciaba lo que pasaría horas después.
La Q1, prevista inicialmente para las cinco de la tarde
(siete de la mañana en horario peninsular español, las 06:00 GMT) acabó
arrancando media hora después, tras sufrir tres aplazamientos de diez minutos.
Pero poco después de salir a pista los monoplazas,
comenzaron los incidentes. El primero de los muchos que se produjeron lo
protagonizó el holandés Giedo Van der Garde, que perdió el alerón delantero de
su Caterham tras salirse de pista y chocar contra la protección.
Lo mismo le sucedió a Massa, que también se salió de pista,
al igual que el inglés Lewis Hamilton -que sustituye en Mercedes al retirado
alemán Michael Schumacher, el 'hombre récord de la F1 con siete títulos y 91
victorias-, provocando una nueva bandera amarilla.
En una ronda en la que también sufrieron trompos, entre
otros, el australiano Mark Webber -compañero de Vettel-, que el viernes fue
segundo, y el mexicano Sergio Pérez, sustituto de Hamilton en McLaren.
A unos cinco minutos para el final de la Q1, cuando las
precipitaciones habían amainado, la inmensa mayoría de los contendientes
entraron al garaje para cambiar al neumático intermedio -que Ferrari no había
llegado a probar en el tercer libre-, con el que el alemán Nico Rosberg
(Mercedes) marcó el mejor crono, de un minuto, 43 segundos y 380 milésimas, 470
menos que Alonso, segundo en ese acto.
Pastor Maldonado (Williams), único venezolano que ha ganado
una carrera de Fórmula Uno -el GP de España del año pasado-, y el mexicano
Esteban Gutiérrez (Sauber), debutante en la categoría reina, quedaron
eliminados.
Al igual que los dos pilotos de Caterham -el francés Charles
Pic y Van der Garde- y los dos de Marussia -otro francés, Jules Bianchi, y el
inglés Max Chilton-. Que arrancarán desde las dos últimas filas. El resto se
resolverá mañana, porque tras la Q1 volvió a llover en Melbourne. Y después de
dos nuevos retrasos, de media hora y de veinte minutos, y con la escasez de
visibilidad como nuevo problema en ciernes, sobre las siete de la tarde se
decidió aplazar hasta el domingo el desenlace de la cronometrada principal.
El vigésimo noveno GP de Australia, decimoctavo que se corre
en Melbourne -sustituta de Adelaida-, que abrirá el Mundial por decimosexta vez
en Albert Park, se resolverá con calificación y carrera en una misma jornada.
Algo que, en F1, durante los últimos años, sólo había
sucedido en Japón, en 2010 y en 2004. Ambas, en Suzuka. La primera, asimismo
por lluvia. La segunda, a causa del tifón Ma On, que obligó el viernes a
cancelar la jornada entera del sábado.
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